La ciudad era inmensa. Pero en las afueras parecía desértica. Cuanto más se alejaba el auto deslizador del centro de la urbe, más derruida y abandonada se encontraba. Estaba claro que en otro tiempo había sido un ejemplo de grandes avances tecnológicos y orgullo de la civilización humana, pero ahora, tan solo era un amasijo de ruinas desoladas a las que poco a poco engullía el páramo.
A pesar del paso del tiempo y del paisaje arrasado, Cerdo Agente, recordaba perfectamente la ubicación del edificio que utilizaban los héroes como base de operaciones en el pasado. Si quería devolver la esperanza al mundo, cosa que se había propuesto, estaba claro que necesitaba la ayuda de sus antiguos compañeros.
Sabía que Super Can De Palleiro, el segundo sujeto creado después de él, se había marchado al espacio a detener una invasión alienígena. Super Can, dotado con poderes mejorados y muy superiores, impidió la invasión y decidió seguir a los extraterrestres a su mundo de origen. Jamás regresó.
Pero Ultra Nuclear, el primer humano al que se realizaron alteraciones genéticas fruto de los éxitos de Cerdo Agente y Super Can, debería de seguir defendiendo el planeta y, junto a él, el maestro en todo tipo de artes marciales al que llamaban Zarpa Felina.
Llegó al edificio y todas sus esperanzas se vinieron abajo. Nada lo preparó para asimilar la imagen que tenía ante sus ojos. La base era ahora un amasijo de desechos ruinosos. ¿Pero que demonios había ocurrido en sus ausencia?.