Todo eran gritos y sirenas. Nada podía detener a la criatura. El caos era absoluto.
Pero, mientras todos corrían intentando abandonar la ciudad, Cerdo Agente se plantó ante el descomunal ser.
Como un rayo saltó golpeando al monstruo. El golpe fue atronador. Toda la ciudad tembló y multitud de edificios se desplomaron. Y, en donde las balas y misiles habían fracasado, el héroe se alzó triunfante. Cerdo Agente había salvado una vez más la situación.
¿Pero que había pasado en el transcurso de los años en que había permanecido criogenizado?... ¿Qué había sido de los otros héroes, sus antiguos compañeros?
Se propuso averiguarlo. Realizó un tremendo salto de unos veinte metros perdiéndose entre los edificios.
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