A veces (bueno, en realidad muy a menudo), la escuela para jovenes
superdotados del Profe es un auténtico
caos. Sin embargo, si hay alguien capaz de aportar un mínimo de cordura
entre sus excéntricos habitantes, ese alguien es, sin duda alguna,
Edgard Travis, el
mayordomo.
Procedente de una familia con una amplia
tradición de profesionales del servicio doméstico, el bueno
de Travis entró a trabajar en la mansión
gracias a los excelentes informes que presentaba, además de venir recomendado
por su primo Albert, el esforzado mayordomo de
cierto millonario filántropo de Villa Góthica
y su escocido pupilo (alter egos de los
famosos héroes enmascarados Rat-Man y
Bobín).
Pero tampoco puede decirse que la vida de
Travis sea un camino de rosas, ya que cada vez que cree haber
terminado sus habituales quehaceres domésticos siempre encuentra los
restos de alguna mascota que desincrustar del pavimento (de ahí
su gran "cariño" hacia Trípode...)
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